9 de septiembre de 2016
El primitivo cementerio de San Juan de Priorio, estuvo ubicado entre el muro de cierre del campo de la iglesia y el muro norte del templo. El nuevo cementerio fue construido en el año 1987 en el lugar conocido como Santianes al norte de la iglesia; lo separan un antiguo camino de carro, tierras de labor y a su lado hay un Castañedo y el camino que conduce desde la iglesia a Priorio. Fue construido por la parroquia, pero en él se ve la traza de Juan Miguel de la Guardia en la puerta de acceso, la reja y en la capilla, que está orientada hacia el acceso principal.
Su perímetro es un polígono irregular con una ligera pendiente, y en el centro se construyó la capilla, en la que están inhumados tres sacerdotes que fallecieron en 1914, 1953 y 1995. Tras la capilla una dependencia que fue sala de autopsias y ahora es el lugar en el que custodian los enseres para el decoro y limpieza de las tumbas.
En la década de los años ochenta del siglo pasado, fue sometido a una ampliación, pero el lugar con una ligera pendiente, no tuvo en cuenta el movimiento de esa ladera, y la precariedad de los materiales, así como la poca o nula profesionalidad de quienes construyeron los nichos, ha quedado constatado por las grietas en estos y los posibles derrumbes que pueden producirse sin tardar mucho. El cierre con bloque que se ha enmascarado con tuyas en el muro que lo cierra por el sur, contrasta con los muros del viejo cementerio recientemente saneados, que en su día fueron construidos por buenos canteros con mampostería, y que hoy da gusto ver. La reja de acceso al cementerio histórico es neogótica al igual que la capilla que necesita una rápida intervención después del arreglo integral del tejado.
Tuvo este cementerio una parte destinada a cementerio civil que hoy está integrada en el cementerio y de la que tenemos constancia por el dintel y jambas así como por los restos de la inscripción “ivil”. Actualmente la puerta está tapiada con mampostería.
Ángel de la Fuente Martínez
